Cada vez son más los casos de uso en los que los usuarios nos vemos en la tesitura de decidir si conectar una segunda pantalla a nuestro equipo. Y no importa si es en tu ordenador pc de sobremesa, como complemento a tu portátil o para mejorar tu experiencia de juego en gaming.
La cuestión es que esa segunda pantalla nos facilita muchas cosas, como operar al mismo tiempo con programas o aplicaciones diferentes, acceder a información importante en tiempo real mientras trabajamos o realizamos otras tareas en la pantalla principal, o mantener una videollamada en una de ellas mientras en la otra continuamos escalando posiciones en nuestro videojuego favorito.
Si es la primera vez que te enfrentas a la instalación de una segunda pantalla, déjanos tranquilizarte: es muy sencillo y rápido, aunque quizá puedas necesitar adquirir algún otro elemento o cable conector en función de tu equipo y pantalla principales.
Elige bien el lugar y la disposición de tus pantallas
Comencemos adelantando que, lo primordial es que tu espacio de trabajo tenga el tamaño suficiente para su instalación (aunque cada vez hay fórmulas más imaginativas para integrarlas, como anclar una de ellas a la pared o utilizar un brazo articulado), y que idealmente, ambas pantallas deberían ser del mismo tamaño o proporciones.
Es importante también que la colocación de las pantallas te permita mantener una línea visual de atención no forzada. Es decir, que no tengas que girar el cuello para poder ver cualquier objeto, imagen o texto en ambos monitores. Esto podría aumentar la fatiga y convertir la ventaja de disponer de muchos más píxeles en una auténtica tortura física.
Lo relevante: resolución, tasa de refresco, brillo y colores
También es muy relevante advertirte de que deberás intentar calibrarlas tras su instalación, para homologar brillo y colores, de manera que la vista no sufra o realice demasiados esfuerzos al posarse en uno u otro monitor. Y lo mismo ocurre con la resolución y la velocidad de refresco, sobre todo para conseguir que el paso del indicador del ratón de una pantalla a otra sea limpio y que en pantallas extendidas ambas muestren todo el contenido de manera uniforme.
Windows es tu mejor aliado: instalación y configuración sencillas
Una vez hayas instalado ambos monitores (cuando Windows 10/11 detecte la segunda pantalla la reconocerá e instalará los drivers y/o controladores necesarios), el propio sistema operativo te ayudará en la configuración que necesites darles.
Ya sea mediante los menús de configuración de pantalla, ya mediante el atajo de botón Windows + tecla P, te aparecerá el menú desplegable para identificar con un número cada una de las pantallas, asignarles un orden, elegir si la orientación es horizontal o vertical, etc..
La decisión que adoptes te permitirá, bien clonar la primera pantalla en la segunda, o usar un escritorio extendido u opcionalmente hacer uso de uno solo de los dos monitores.
En cuanto a la calibración de colores, salvo que las dos pantallas conectadas al equipo sean del mismo modelo, en cuyo caso el sistema y la tarjeta gráfica las reconocerá así y unificará su gestión en uno solo perfil ICM, tendrás que calibrar cada monitor por separado. Es importante a la hora de elegir tu segunda pantalla que, si no puedes (por tamaño o cualquier otro motivo) comprarla igual a la primera, selecciones una con tasa de refresco lo más parecida a esta. Si los dos monitores soportan tasas de refresco similares, podrás seleccionar esa tasa de salida en Ajuste de Pantalla avanzados/Propiedades del adaptador de pantalla.
Esto será especialmente relevante cuando estés habilitando la segunda pantalla para un uso de escritorio extendido, en el que es muy relevante que brillo, imagen, resolución y tasa de refresco sean lo más iguales posible.
En cualquier caso, las secciones de soporte y ayuda en la configuración de Windows te ayudarán en el paso a paso, tanto de la instalación como de la configuración de tu nueva pantalla, así que no dudes en recurrir a ellas.
En PRIMUX disponemos de una amplia gama de equipos diseñados con la suficiente versatilidad como para incorporarles esa segunda pantalla que mejorará tu experiencia de trabajo, ocio o juego. Las tarjetas gráficas que incorporan nuestros ordenadores, en todo el catálogo de pc, portátiles y gaming, incorporan una o varias salidas de vídeo (en función de la configuración de cada equipo), de manera que siempre podrás contar con esta opción.