A todos nos ha ocurrido alguna vez. Estás en medio de un trabajo de clase al que has dedicado varias horas, o en una videollamada, o jugando a tu juego favorito y, de repente… ¡pantalla a negro! Se acabó la batería de tu portátil. La frustración te invade porque eres consciente de que el sistema operativo te avisó hace un rato, pero estabas tan enfrascado que ni lo viste.
Para evitar que esto te suceda en adelante, aquí tienes una serie de consejos y recomendaciones que te ayudarán:
1-. Utiliza los recursos de tu sistema operativo para optimizar la duración de la batería. En Windows, por ejemplo, tienes la opción de usar la función ‘Ahorro de batería’ o el solucionador de problemas de energía en tu panel de control. Además, el propio fabricante, Microsoft, te recomienda que utilices su navegador Microsoft Edge, del que dice que alarga la duración de tu batería al navegar entre un 36 y un 53% más.
2-. Controla la temperatura ambiente: como ya sabrás, las baterías están compuestas de iones de litio, que son sensibles a los cambios bruscos y a las temperaturas extremas, tanto al frío como al calor. No dejes nunca tu portátil al sol, ni a la intemperie con clima invernal. La información sobre el rango de temperatura que soporta tu batería la encontrarás siempre en la descripción del fabricante.
3-. Evita las descargas completas de la batería, enchufándolo a la red cuando llegues al nivel de 10/20% de batería. Pero no lo conectes cada vez que lo vayas a utilizar para tenerlo siempre al 100%, eso estresa la batería y hará que acortes su vida útil.
4-. Evita las aplicaciones funcionando en segundo plano que no vayas a utilizar. Todas ellas consumen recursos de la batería y realmente no te están aportando nada. En el administrador de tareas de tu SO encontrarás la opción para gestionar cuáles permites que funcionen y cuáles no.
5-. Gestiona correctamente la iluminación de tu portátil. Y no sólo estamos hablando de la pantalla, que obviamente la mayoría del tiempo no necesita estar siempre configurada con el brillo al tope. Encuentra un máximo de brillo con el que te encuentres cómodo y evita tenerla siempre al 100%, tu batería y tu vista de lo agradecerán. Si la pantalla es importante, también lo es la retroiluminación del teclado, que sólo es necesaria en condiciones ambientales de semioscuridad. Si trabajas en un espacio bien iluminado, deshabilita esta función, que no aporta nada y consume mucha batería.