Tanto si no te has decidido a visitarnos como si ya conoces el noroeste peninsular, hoy veremos qué hacer en Galicia para tener una experiencia gastronómica tras la que no querrás volver a comer en ningún otro lugar.
Qué hacer en Galicia si te gusta comer:
Es prácticamente imposible que te marches de Galicia gastronómicamente insatisfecha. Si es el caso, por favor, no dudes en ponerte en contacto con la Policía Municipal del lugar en el que te encuentres porque dar mal de comer a un visitante en esta Comunidad es atajado y juzgado como traición e injurias a la bandera. Alguien que no merece el gentilicio de gallego ha puesto en riesgo nuestro honor e integridad. Como dato curioso sobre qué hacemos en Galicia con nuestras celebraciones, debéis saber que son celebérrimas las fiestas gastronómicas por dos motivos: el primero es por la calidad de su producto y el carácter festivo del evento. El segundo es que hay más eventos gastronómicos que días en el calendario. Literalmente. Pero este es un apartado para foodies y no vamos a pararnos en los manidos estereotipos que se exportan desde aquí. La gastronomía gallega es muy amplia y se caracteriza por el poco adorno a un producto excelso. La simpleza de nuestros platos responde a una calidad soberbia que, acompañada de la mayor de las frescuras, se convierte en sacrilegio si se “ensucia” con preparaciones que le hagan sombra a ese magnífico producto principal.
Comer en las Rías Altas:
Si alguien pregunta qué comer en Galicia a una gallega la respuesta no se hace esperar: depende. Y es que más allá del típico tópico, es verdad que la recomendación dependerá mucho de la zona que visites. Las Rías Altas son internacionalmente conocidas por los percebes, un crustáceo que solamente se da en algunos kilómetros de la costa septentrional atlántica y que, huelga decirlo, destaca en nuestra Comunidad. Como platos típicos de esta zona, encontramos la tortilla de Betanzos, que gracias a su peculiar textura y su excelente patata se ha popularizado en la alta gastronomía y todos los hashtag de food porn. Tanto es así que hace solo unos días el mismísimo Mel Gibson visitaba Galicia y se antojaba en Compostela de la famosa tortilla. Destacan recetas como el polbo á mugardesa, que se guisa de forma tradicional con patatas, pimientos y cebolla; la raia en caldeirada -un pescado muy apreciado que se cocina con ajada- o los percebes con cachelos, una peculiar preparación exclusiva de la zona de Corme, herencia de los años en los que el crustáceo más caro del mundo no tenía ningún valor y se engordaba con patatas cocidas en su misma agua.
Comer en las Rías Baixas:
¿Qué hacer si visitamos el sur de la costa gallega? No se pregunta: comer y beber bien. Hay que admitir que el tópico aquí es cierto: almeja de Carril, mejillón de la Ría de Vigo y para chocos...Redondela. Además de los vinos de Salnés, o Rosal y Condado que son exportados a todo el mundo por su delicadeza y sabor. Es muy típica la lamprea en la zona de Arbo. La lamprea es una especie de serpiente de mar de aspecto repugnante que hace las delicias de sus comensales.
Comer en el interior de Galicia:
Ojo. En esta extraña nuestra comunidad existe un fenómeno curioso que provoca en el forastero no saber dónde está la costa y dónde el interior. Es decir, que nuestra geografía también depende. Si preguntamos en el puerto de cualquiera de las villas y pueblos costeros, el interior de Galicia empieza más o menos donde termina la playa, esto es así. 10 km tierra adentro es bosque boreal, 20 km al interior de nuestra geografía lo consideran tundra siberiana y a la provincia de Ourense y sur de Lugo… desconocen su existencia. No creen que nadie pueda vivir allí. Por su parte, a los gallegos de interior les parece que de costa es cualquier persona que habite las provincias de A Coruña y Pontevedra, no importa que su pueblo sea el que limita en la frontera administrativa con el de interior o que la última vez que hayan visto la playa fuera en el 99 en Benidorm. Esa gente “es de mar”. Y punto. Dicho esto, ¿qué hacer en Galicia si estamos a mediodía en la zona de interior? No cabe duda: ir a tomar los vinos antes de comer. Y comer. No seas hortera y olvídate de pedir marisco que no estás en el lugar. Sobre todo pudiendo alucinar con los embutidos de Ancares, con el jabalí y el cordero en O Courel, con la empanada y las truchas de la zona de Manzaneda y las filloas que acompañan como postre estrella en todo el territorio interior. Y como decíamos, lo que tienes que hacer en Galicia para integrarte es beber. En este caso, Mencía de Sober o Godello de Valdeorras, por supuesto.
¿Qué hacer en Galicia si lo que te apetecen son fiestas?
Pues seguir comiendo. Pero esta parte del patrimonio cultural tendrá que ser explorada en próximas publicaciones con una app de senderismo y un buen bote de bicarbonato ;)